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miércoles, 22 de febrero de 2012

El inicio de una gran aventura: Capítulo 3

- Me llamo Liliannet, ¿y tú?

- Me llamo Aiden -contestó de mala gana.

- Bonito nombre, ¿por qué te perseguían los guardias?

- Por algo que no he hecho.

- ¿Y qué no has hecho? -pregunté divertida.

- Preguntas demasiado, lo que haya o no haya hecho no te importa -dijo enfadado.

- ¿Cómo que no? -ahora era yo la enfadada- He tenido que huir de mi casa, he dejado mi vida allí por algo que, según tú, no has hecho, ¡tengo derecho a saber qué ha pasado!

- Está bien -dijo al fin- Creen... creen que maté a un hombre.

- Tantos guardias no irían tras de ti si ese hombre no fuera importante, ¿quién era? -indagué.

- Empezaré a contártelo desde el principio, ¿vale? -yo asentí- Vivo en el castillo, sirvo al rey y a sus consejeros.
>  Esta tarde, el rey me mandó llevar a los aposentos de Sandor, uno de sus consejeros, unas túnicas. Estaba ya en el pasillo de su habitación, cuando vi salir de ella a una persona que llevaba una capa negra, al verme echó a correr en dirección contraria a la mía.
>  Entré en la habitación de Sandor, él estaba tirado en el suelo, le habían clavado un puñal... pero seguía vivo, y me dijo: "búscalo, se llama Eriath, el hechicero..."
>  Segundos más tardes murió, y una criada que pasaba con unas mantas me vio... y llamó a los guardias, creyendo que yo lo había matado.
>  Entonces... huí -concluyó el joven.
- Vaya, ¿no crees que si te hubieras quedado allí, explicando a los guardias lo que había pasado, habría sido mejor? -pregunté dudosa.
- No conoces a los guardias del rey, me habrían matado allí mismo, sin un juicio previo, sin dejarme dar explicaciones...
- Y, ¿qué vas a hacer?
- Lo que Sandor me pidió: buscaré a Eriath y limpiaré mi nombre -parecía decidido.
- ¿Acaso sabes dónde vive Eriath?
- No, y no sé por donde empezar.
- ¿Sabes? Te voy a ayudar, ahora que ya no puedo volver, no me queda más remedio.
- ¿Ayudar? ¡Es un hechicero! ¡Puede ser peligroso! Iré solo, no pienso meter a nadie más en mi venganza.
- Ajá..., pero no sabes donde vive Eriath... -comenté misteriosa.
- ¿Sabes algo de él? -preguntó Aiden, sorprendido.
- Mi mentor me habló de él, vive al oeste, entre la capital y las Montañas Nevadas.
- ¿Tan lejos? ¡Tardaré semanas en llegar allí!
- Lo sé, pero Faversham está a solo un par de días de viaje, si conseguimos unos caballos allí, llegaríamos a la capital en una semana.
- Está bien, nos dirigiremos a Faversham -suspiró resignado.
- ¿Yo también?
- Si no hay remedio...
- ¡Genial, pongámonos en marcha!
- ¿No decías qué estabas cansada?
- ¿Y tú que nos alcanzarían en seguida? -ataqué yo.
- Te pones muy rápido a la defensiva -comentó molesto.
No contesté y empecé a andar.
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Siento tardar siempre tanto en publicar, pero no tengo tiempo libre y la imaginación viene y va. Disfrutad del capítulo,
bss, Sara.